En el mundo real, terminas los estudios, te das cuenta que lo que cuenta no son tanto los grados académicos o las buenas calificaciones, se requiere algo más.
Se requiere "estómago", "ser cara dura, ""audacia, "astucia", tenacidad" y "brillantez", cualquiera de estas palabras decide su futuro, en nuestro interior existe un valiente, un ser brillante y osado, pero; también existe otro lado, ese lado que no nos deja avanzar, que nos dice que es muy difícil, que no eres capaz, esos miedos que atacan y oscurecen el pensamiento y suelen dominar para esclavizar al espíritu triunfante.
Pero si nos percatamos mejor, el miedo y la duda nos pueden destruir, mas también pueden ser nuestras aliados si sabemos aprovecharnos de nuestras propias "debilidades", sin dejar que nos gobiernen sino que sean el punto de ruptura en donde nuestro carácter vencedor surge, porque en este mundo no es más importante el que tiene las ideas, sino el que hace hechos esas ideas sin temor al fracaso.
El coraje de intentarlo, de dar ese primer paso y con él continuar la caminata, con el firme propósito de alcanzar el éxito, correr riesgos, tomar las riendas sin perder el deseo, la visión, de obtener todo lo que deseamos para nosotros, dejar salir al genio que habita en ti, de hecho eso, que has pensado y te has dicho "no funcionará" a eso dile si porque si la mente lo concibe, y tu realmente lo crees, todo a tu alrededor dará paso a que suceda.
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